Saúl es un chico de treinta y tres años educado e inteligente, con grandes metas en la vida que, de momento, se han visto truncadas por la incomprensión que generan los genios. Esto si le preguntas a él, para el resto de la humanidad es un cretino engreído, un vago inútil sin talento que dedica su tiempo a hacer el troll en las redes sociales desde su destartalada cama. Pero, un día, todo su comprometedor porvenir se viene abajo cuando un cuervo entra en su habitación y le ataca, contagiándole de su extraño virus que da con él en la morgue. Pero quien pensara que muerto el perro se acabó la rabia, no podría estar más equivocado. A los tres días, como si de Jesucristo se tratara, Saúl vuelve de entre los muertos para desatar todo su ira contra este mundo que le ha marginado y rechazado por el único motivo de ser diferente (y quizás un poco también por ser gilipollas).
