



Simon y Mark son incapaces de imaginar algo más horroroso que tener que trasladarse de Berlín, la metropolis, al parámo de Branderburgo. Lo único que los adolescentes esperan, con enorme expectación, son seis semanas de vacaciones de verano, pero su padre les juega una mala pasada. Los ha inscrito es una escuela muy especial en medio de una isla boscosa y solitaria. En ella se enseñan las mismas asignaturas que en el infierno... Con esta notable novela de terror. Sebastian Fitzek - que firma con el seudónimo Max Rhode - incursiona con éxito en el territorio de autores como Stephen King y Clive Barker.